Uno no sabe lo que pasa, Qué luna cambió, Que se introdujo en casa Y te atrapó. Uno se apaga de repente Sin saber por qué, Enfermo de algo inexistente Que va oprimiéndote. La tarde pasa tan despacio Y hay tanto espacio en un rincón, Que uno quisiera correr de un tirón, Huir hasta el portal Y ya no hay solución. Es algo más que pesadumbre, Es más soledad, Que arrastra la costumbre Por donde va. Es el silencio impertinente Que insiste en hablar Y no hay amor y no hay ausente Que lo pueda calmar. Es esa vida sin sentido, Aquel amor que embarrancó, O simplemente que has vuelto a saber Del hombre que partió Y no pudiste ser. Uno se agarra a cualquier cosa Por no reventar Y acaba por hallar La más airosa. Buscando amores más cercanos Por la habitación, Abandonándose a sus manos Y a la imaginación. La soledad da tanto miedo Y hay tantos miedos que aliviar . . . Pero no cede, de nada sirvió, Se irá como llegó, Se irá sin avisar.