El viajero emprende el camino Esquivando el fracaso No encuentra su paso Mas que otro camino que andar. EL viajero tan solo atesora Lo que a su memoria Le dio muerte y gloria: El pozo, la sombra y el pan. El viajero no tiene más patria Que un par de faroles Cubiertos de escarcha Un sol de justicia, una luna en venganza Tiritando de frío, modelada de fragua. Un pozo al amparo De sombra y de pan. Quiso mirarse en el río Como un desafío A su identidad No quiso asomarse a la noria De su propia historia De miedo ancestral. Al viajero que emprende el camino Sin un as en la manga Tan solo le amarra La suerte que habrá de correr. Y el viajero que abreva el destino Donde le frío se remansa Tan solo descansa Si cierra la puerta del hambre y la sed. Por eso es que quiso mirarse en el río Como un desafío A su identidad No quiso asomarse a la noria De su propia historia De miedo ancestral. Y al dolor que atraviesa los siglos Con el desvarío del hielo en la piel Lo retuvo y devino en un grito Al que hoy llama "quejío" La raza calé.