Como en un sagrario, yo te llevo Jesús mío Y percibo tu pequeño corazón Que comienza fuertemente a latir Y desde allí tú me estas transformando. Tu amor inquieto quiere nuestro mundo ya tocar Y sin pensarlo dos veces Me impulsa rápidamente a servir Para amar no hay fronteras, no me importa el cansancio Ni el peligro o las distancias, yo me pongo en camino, Esa alegría no es solo mía. Para amar no hay fronteras Quiero llevarte a todos y con mi mejor voz cantar Que la promesa se ha cumplido Jesús vino a salvar. Como no escuchar el pedido mudo del que sufre, Del que suplica con angustia levantando sus manos, No puedo explicarlo su sufrimiento se hace mío Y este dolor en mi me apresura el paso. Quiero llevar a los que más pueda, La alegría más grande de este mundo, llevarte a ti Para amar no hay fronteras, no me importa el cansancio Ni el peligro o las distancias, Yo me pongo en camino, esa alegría no es solo mía. Para amar no hay fronteras quiero llevarte a todos Y con mi mejor voz cantar Que la promesa se ha cumplido Jesús vino a salvar Este sol que llevo calienta en mi con mucha fuerza, Todas las venitas de mi corazón Y sus rayos muy generosamente fuera de mi quieren salir, Para calentar tiernamente a muchas Isabeles Que temblando de frio Están solas, tienen necesidad de ti. Para amar no hay fronteras, no me importa el cansancio Ni el peligro o las distancias, Yo me pongo en camino, esa alegría no es solo mía. Para amar no hay fronteras Quiero llevarte a todos y con mi mejor voz cantar Que la promesa se ha cumplido Jesús vino a salvar. Para amar no hay fronteras, no me importa el cansancio Ni el peligro o las distancias, Yo me pongo en camino, esa alegría no es solo mía. Para amar no hay fronteras Quiero llevarte a todos y con mi mejor voz cantar Que la promesa se ha cumplido Jesús vino a salvar.