Desde Castilla la vieja, son varones los que viajan, Navegantes contra el viento, sin la herencia de su patria. Carabelas ambiciosas van buscando el nuevo mundo, Con la furia de la espada y una cruz negra y manchada. Doctrineros, redentores promulgando la conquista, Al dios cristiano encomiendan la custodia de la fe. Pater noster e salve regina In commendan, ¿in commendan? Descubriendo la riqueza de la mano aborigen, Exhortando a los caciques a olvidar su gran efigie. Redentores de coronas en los días de la fiesta, Conquistando aquella fuerza con la ley de la encomienda. Doctrineros, redentores promulgando la conquista, Al dios cristiano encomiendan la custodia de la fe. Dominando, acaudillando, recaudando allí sus frutos, Es la ley del vasallaje, la doctrina y el tributo. Encomiendan los nativos a la explotación, Sin derecho de adorar su antiguo sol. Son las órdenes del reino y sus tiranos Que cumplieron los pagaos por vivir.