Sera preciosa como una rosa la guaireñita. Y la asuncena, blanca azucena parecerá. Más con la gracia llena de magia de su sonrisa, Siempre las vence la pilarense, mi resedad. Luce y destella como una estrella la encarnacena, Joya que brilla desde la orilla del Paraná, Y es primorosa cual mariposa la concepcena, Pero más dulce gana y seduce la de Pilar. Mi alma sueña con la luqueña maravillosa, Y esta en Pinasco el Jazmín del Chaco mi adoración, Pero por siempre la pilarense más deliciosa, Tiene ganado sitio sagrado en mi corazón. Es mi sirena virgen morena la misionense, Y la trigueña carapegueña mburucuya, Pero el orgullo de mi terruño es la pilarense, Con los claveles de los vergeles de mi Humaitá. Ca'azapeña será la dueña de un raro hechizo, Muestra lozana dalia serrana Paraguarí, Pero parece la pilarense que Dios la hizo, Para que fuera nuestra primera flor guaraní. Y si engalana la villetana su agreste huerto, Porque natura le dio hermosura de Amambay, La pilarense cuando florece en su bello puerto, Es la hechicera de la ribera del Paraguay.