Ya en los labios de tu pueblo no hay clamor Ni en su pecho existe un corazón humilde Ese llanto que en tu altar se derramaba Eran muestras de su corazón sensible Pero todo aquello ya ha quedado atrás No hay quien haga que su espíritu se humille No hay quien busque a mi Dios de corazón Y le pida por favor Que su transgresión olvide Cuándo volveremos a cubrir El altar de nuestro Dios con nuestro llanto Cuándo volveremos a regar Nuestras lágrimas como un perfume grato Separado nuestro corazón de ti No hay consagración y eso tú lo sabes Es la causa que no hay llanto ni clamor Que no hay lágrimas, Señor, en tus altares ♪ Ya no hay tiempo para escuchar tu voz Hoy tu pueblo se conforma en su alegría Desechan los momentos de oración Y las noches cuando tú nos bendecías Ahora es tiempo de tornarnos hacia Dios Disponer el corazón para adorarle De mi pecho brote al fin a que clamor Que en un tiempo se apagó Pero que hoy ha de escucharse Cuándo volveremos a cubrir El altar de nuestro Dios con nuestro llanto Cuándo volveremos a regar Nuestras lágrimas como un perfume grato Separado nuestro corazón de ti No hay consagración y eso tú lo sabes Es la causa que no hay llanto ni clamor Que no hay lágrimas, Señor, en tus altares