Ese Cristo que traes tú, mi amigo En tu cuello, luciendo por fuera No podrá perdonar tus pecados Está muerto, no te oye siquiera Además tú lo traes clavado Todavía en una cruz de madera Es muy cierto que murió en la cruz Pero ya no se encuentra clavado Hoy se encuentra a la diestra de Dios Abogando por nuestros pecados Fue tan grande su amor para mí Por amarme fue crucificado Yo también lo cargaba en el cuello Y así me sentía muy contento Pero al fin desperté de ese sueño Me di cuenta que era un Cristo muerto Ahora sí encontré al que vive Pero a ese lo llevo por dentro Es por eso que te hablo, mi amigo Ese Cristo que nos da la vida Ya no sigas cerrando el camino Ya no sigas la senda torcida Ya no sigas como un peregrino Sin amor, sin Jesús y sin vida