Hija, tu vas a seguir con eso.
Eso fué mucho tiempo atrás.
Ya yo te dí por loca con toa la familia.
A tí nadie te va a creer.
Así que es mejor que te quedes callada,
Son relatos... Reales...
Por que nadie te va a creer, nadie te va a creer.
Rosa Negra.
La reina del aborto, su cruz la carga en su torso.
Busca descansar su mente, el tiempo se le hace más corto.
Nada le funciona, en su vida no hay concordancia.
Un presente relativo a problemas en su infancia.
De niña era feliz o por lo menos sonreía.
En un mundo de fantasías donde todo lo creía.
Mis padres a mi temprana edad se divorciaron.
Todo era de color rosa y de repente me lo cambiaron.
Mi madre consiguió un nuevo amor.
Llamado alcohol, juró olvidar a mi papa sumergida en el licor.
En mi se reflejó el dolor sin yo tener consolación.
Media tapada y vulnerable en las manos del tentador.
Los brazos de un demonio a quien yo llamaba padre.
Comenzaban en mis pechos y terminaban en mis genitales.
De niña a mujer me transformé casi en pañales.
Pensando que eran caracias parentales.
El silencio, la aceptación se convierte en vida.
Un holocausto del espíritu, una calle sin salida.
Una transformarción del ser, de una mujer es destruida.
Moral en pausa causa perdida.
Cuando aprendí a decir que no.
Era como si le diera más motivos al lobo feroz.
Esto es nuestro secreto mi padre me decía.
Con apenas 7 años como adulta me vestía.
Las señales eran claras pero nadie intercedía.
Quizás mami lo sabía pero no me defendía.
Ante los ojos del mundo, parecía un hombre digno.
El ayudante del ministro con pensamientos malignos.
Mis amigas en la escuela soñaban ser como yo.
Con un padre bien cool, que las llenará de atención.
Ahh víctima.
Solo soy victima! Marcada de por vida de un horror que no se olvida.
A los 13 años con extraños el me prostituía.
Me explicaba que era necesario que eran normas de vida.
Mi valor sentimental lo terminaron de matar.
Prisionera de mi cuerpo en un capitulo fatal.
El despertar de la conciencia de una niña maltratada.
Es parecida a ese encuentro que tiene ese ave con sus alas.
Esa emoción descontrolada al nada ser como pensaba.
Es la crónica perpetua de una infancia desgraciada.
¿Que dirán de la familia?
¿Si alguien se entera?
Así me contestó mi abuela y suplicó que a nadie le dijera.
Que de niña tuvo encuentros similares con su padre.
Y aunque fue un dolor inmenso, todavía nadie lo sabe.
Dios mío, ¿por que me has puesto en manos de animales?
¿Por que destruyen mi vida?
¿Por que nadie intercedía?
Quizás me trajiste al mundo sabiendo que esto pasaría.
Pero esta pequeña no se lo merecía.
Ahora siento tanto odio, mi vida es tan incompresible.
Nada me consuela, el pasado me persigue.
Y quisiera quedarme a solas, despejar mi mente.
Mientras espero el beso de la muerte.
Hay mucha gente que se limpia las manos como poncio pilatos.
Por no encarcelar a un familiar dejan que continúe el maltrato.
Son tal culpables los que guardan
Silencio como los que cometen el acto.
Y deberían de ser juzgados y con la muerte llegar a un pacto.
Quisiera que mi voz se marcara en lo mas profundo de la mente.
De cada niña o mujer que ha sido violada fisicamente.
Levantense que ustedes son la creación divina.
Y aunque el mundo entre en tinieblas ustedes son la luz que brilla.
Yo confio que para ustedes vendra un nuevo amanacer.
Donde la verdad y la justicia van a prevalecer.
Llego la hora en que las naciones imponga un pare y digan alto.
Que protejan a nuestros hijos de estos actos.
Padre y madre que me escuchan nosotros comandamos esta sociedad.
Los protectores de la infancia somos heroes por capacidad.
Seamos vigilantes y protejamos nuestras niñas.
Nos permitan que ellas caigan bajo las garras malignas.