No abandones tu costura, Muchachita arrabalera, A la luz de la modesta Lamparita a kerosene... No la dejés a tu vieja Ni a tu calle, ni al convento, Ni al muchacho sencillote Que suplica tu querer. Desecha los berretines Y los novios milongueros Que entre rezongos del fuelle ¡te trabajan de chiqué! No salgas de tu barrio, sé buena muchachita Casate con un hombre que sea como vos Y aún en la miseria sabrás vencer tu pena Y ya llegará un día en que te ayude Dios. Como vos, yo, muchachita Era linda y era buena, Era humilde y trabajaba Como vos en un taller; Dejé al novio que me amaba Con respeto y con ternura, Por un niño engominado Que me trajo al cabaret; Me enseñó todos sus vicios Pisoteó mis ilusiones Hizo de mí este despojo, Muchachita, ¡que aquí ves!