Sus ojos se cerraron Y el mundo sigue andando Su boca, que era mía, ya No me besa más Se apagaron los ecos de su reír sonoro Y es cruel este silencio que me hace tanto mal Fue mía la piadosa dulzura De sus manos Que dieron a mis penas Caricias de bondad Y ahora que la evoco, hundido en mi quebranto Las lágrimas trenzadas se niegan a brotar Y no tengo el consuelo de poder llorar ¿Por qué sus alas, tan cruel quemó la vida? ¿Por qué esa mueca siniestra de la suerte? Quise abrigarla y más pudo la muerte Cómo me duele y se ahonda mi herida Yo sé que ahora vendrán caras extrañas Con su limosna de alivio a mi tormento Todo es mentira, mentira es el lamento Hoy está solo mi corazón Como perros de presa las penas Traicioneras Celando su cariño galopaban detrás Y escondida en las aguas de su mirada buena La muerte agazapada marcaba su compás En vano yo alentaba febril una esperanza Clavó en mi carne viva sus garras el dolor Y mientras en las calles en loca algarabía El carnaval del mundo gozaba y se reía Burlándose el destino me robó su amor ¿Por qué sus alas, tan cruel quemó la vida? ¿Por qué esa mueca siniestra de la suerte? Quise abrigarla y más pudo la muerte Cómo me duele y se ahonda mi herida Yo sé que ahora vendrán caras extrañas Con su limosna de alivio a mi tormento Todo es mentira, mentira es el lamento Hoy está solo mi corazón