El fuego prende otra vez, dejando huellas Que develan la verdad, no hay quién lo frene Su llama es infernal, el vive en un disfraz De pureza y santidad, piel de cordero El sacerdote del horror, quemó muchas vidas inocentes El sacerdote del horror, el santo que la iglesia protegió Encubrimientos que permitieron seguir Vía libre al violador, en nombre de Dios Cientos de víctimas hay, ciervos que ayudan Sin darse cuenta del mal y manipulación El sacerdote del horror, quemó muchas vidas inocentes El sacerdote del horror, el santo que la iglesia protegió El silencio es como un socio de la fe El silencio es algún socio de la fe Aberrante es la verdad y la complicidad ¿Cuántos gritos silencian en nombre del señor? Frágiles sus víctimas y vulnerables Padres de la perversión, abusadores El sacerdote del horror, quemó muchas vidas inocentes El sacerdote del horror, el santo que la iglesia protegió