Una distancia que se vuelve carnada, Duvitativa en entre el todo y la nada Guardando los sueños de mi almohada, Mientras la muerte avanza trastornada. Dos mil trecientas de excusas disfrazadas, Cociendo abrigos para la sudestada. Sacandole punta aquella ilusión gastada, Desnudo a la interperie sin escudo y su voz su única espada. No se vaya a confundir que una rosa en el desierto no es un milagro que nace, No se vaya a confundir que una lágrima en los ojos sabe bien que es lo que hace. Un viaje al cielo y queda desparramada Toda la mugre que tenia guardada, Luchando contra la incertidumbre despiadada haciéndole frente en cada madrugada. Un alma en celo algo desorientada Bailando enferma por solo una mirada. Buscando la tregua en la guerra desatada, perdida en la tormenta pa'l más allá se fue quedó atrapada.