Tú, que le das otro capricho a la vida, desenvainando una flor por espada Que sigue afilada en la escarcha mojada, cortando el aliento que el viento reclama, Bebiendo en el tiempo del agua pasada pequeños sorbitos de gotas en calma Que mueven molinos en agua estancada. Se oyen crujir dentro de mí granos de alpiste pa' hacerte sentir. Riega el jardín, lluvia de Abril, las margaritas hoy dicen que sí. Vas a salir pa' presumir, sueñan despiertas con verte reír. Quiero aclarar sin apagar la claridad que desprendes al mirar, Paz infernal para limpiar un manantial que se dejó secar. Por rescatar estrellas en un pedestal, Imaginar que son tus labios cada despertar. Yo, que le doy una lección a la vida, imaginando el calor de tus bragas Que están empapadas en guisos de hadas, buscando cuchara en puchero sin nada, Quemando el incienso de noche en caladas, poniendo el reverso del verso del alba, Cantando un secreto vestido de malva. Se oyen rugir dentro de ti los pajaritos que hoy cantan por mí. Riega el jardín, lluvia de Abril, las margaritas hoy dicen que sí. Vas a salir pa' presumir, sueñan despiertas con verte reír. Quiero aclarar sin apagar la claridad que desprendes al mirar, Paz infernal para limpiar un manantial que se dejó secar. Por rescatar estrellas en un pedestal, Imaginar que son tus labios cada despertar. Por rescatar historias de nunca acabar, Imaginar que aún quedan sueños en la realidad.