Torerillo en Triana, Frente a Sevilla. Cántale a la sultana Tu seguidilla. Sultana de mis penas Y mi esperanza. Plaza de las Arenas De la Maestranza. Arenas amarillas, Palcos de oro. Quién viera a las mulillas Llevarme el toro. Relumbrar de faroles Por mí encendidos. Y un estallido de oles En los tendidos. Arenal de Sevilla, Torre del Oro. Azulejo a la orilla Del río moro. Azulejo bermejo, Sol de la tarde. No mientas, azulejo, Que soy cobarde. Guadalquivir tan verde De aceite antiguo. Si el barquero me pierde Yo me santiguo. La puente no la paso, No la atravieso. Envuelto en oro y raso No se hace eso. Ay, río de Triana, Muerto entre luces, No embarca la chalana Los andaluces. Ay, río de Sevilla, Quién te cruzase Sin que mi zapatilla Se me mojase. Zapatilla escotada Para el estribo. Media rosa estirada Y alamar vivo. Tabaco y oro. Faja Salmón. Montera. Tirilla verde baja Por la chorrera. Capote de paseo. Seda amarilla. Prieta para el toreo La taleguilla. La verónica cruje. Suenan caireles. Que nadie la dibuje. Fuera pinceles. Banderillas al quiebro. Cose el mihura El arco que le enhebro Con la cintura. Torneados en rueda, Tres naturales. Y una hélice de seda Con arrabales. Me perfilo. La espada. Los dedos mojo. Abanico y mirada. Clavel y antojo. En hombros por tu orilla, Torre del Oro. En tu azulejo brilla Sangre de toro. Si salgo en la Maestranza, Te bordo un manto, Virgen de la Esperanza, De Viernes Santo. Adiós, torero nuevo, Triana y Sevilla, Que a Sanlúcar me llevo Tu seguidilla.