Te imaginé, en cada sueño amor te inventé, Sin conocerte en tus ojos desperté. Te besé, mi corazón en tus manos dejé, En tu mirada el amor encontré. Pude sentir y en un segundo por ti comprendí, En este mundo eres tú, solo tú, Más de lo que soñé, la llama de mi fe, Sólo tú me enseñaste a soltar el ayer. Fue como entrar A un mundo en el que es posible volar, En donde mi alma ha encontrado su lugar. Pude sentir y en un segundo por ti comprendí Que en este mundo eres tú, sólo tú, Más de lo que soñé, la llama de mi fe. Tú, sólo tú, un nuevo amanece, mi religión también. Sólo tú me enseñaste a soltar el ayer. Tú, sólo tú, un nuevo amanecer, Mi religión también, sólo tú me Enseñaste a soltar el ayer...