Tres palomitas tiesas en la pared Siempre apuntando al cielo aunque no lo ven. Una velita, un santo y tanto pedir Cuando piensa en quedarse comienza a huir. Nunca llegó el camino a sentir piedad De sus ojos cansados de no llorar. El horizonte un día la vio pasar Ella dijo, ya vuelvo y no volvió más. Pasó la vida, sin avisar La vio dormida, no quiso entrar. En una foto vieja te veo reír Con esa muñequita eras feliz. Tus ojos me preguntan tus labios no Acaricié tus manos no hubo adiós. Yo seguiré contando para elegir La estrella más bonita que prometí Alumbrará los días cuando no estés Tu voz será mi guía, yo cantaré. Pasó la vida sin avisar La vio dormida, no quiso entrar.