San Juan y Boedo antigua, y todo el cielo Pompeya y, más allá, la inundación Tu melena de novia en el recuerdo Y tu nombre florando en el adiós La esquina del herrero, barro y pampa Tu casa, tu vereda y el zanjón Y un perfume de yuyos y de alfalfa Que me llena de nuevo el corazón Sur, paredón y después Sur, un farol de almacén Ya nunca me verás como me vieras Recostado en la vidriera, esperándote Ya nunca alumbraré con las estrellas nuestra marcha sin querellas Por las calles de Pompeya Las calles y la luna suburbanas Y mi amor y tu ventana, todo ha muerto, ya lo sé Ya nunca alumbraré con las estrellas nuestra marcha sin querellas Por las calles de Pompeya Las calles y la luna suburbanas Y mi amor y tu ventana, todo ha muerto, ya lo sé