Somos hombres aguerridos y la fuerza Que destilan nuestros músculos de ébano Satisface los deseos del insigne Vaporeso, Vaporeso, Vaporeso Hombre probo que entregó toda su vida A este brazo de la armada celestial Instruyendo un grupo de valientes hombres Que navegan pecho a frente contra el mar Recibimos palos, piedras, salivazos Cachos de ladrillos y lanchas a motor Y si un día nos tiraban con un piano Lo paramos de pechito, ¡sí, señor! Claro que es una forma figurativa Y que un piano nunca nos van a tirar Una vez nos tiraron con una moto La abarajamos y la pusimos a andar Vaporeso, Vaporeso, Vaporeso Son tus hombres que sin decir ni mú Se culean entre ellos y disfrutan De esta fuente de la eterna juventud