Una noche iba andando yo, Venía de beber. Dando tumbos iba por las calles, Era hora ya de volver. Pero cuando quise darme cuenta, Muy tarde era ya; Mis pasos me habían llevado A otro lugar. Era una taberna oscura; Me miraban terribles criaturas, Grandes, como una roca, Y con la mirada oscura. En sus ojos tosquedad, Y en su rostro la maldad. Eran más de veintidós En la Taberna de los Trolls. Ese extraño humano nos miró Aún sin comprender Quiénes éramos y qué hacíamos En aquel lugar. "Somos trolls", le dije, "y esta es La taberna donde cada mes Nos juntamos para beber y pelear, Y después salir a cazar". ¿Y qué es eso que cazáis?, Me gustaría a mí saber. Si algo yo pudiera hacer, Encantado os ayudaré. Sí que puedes ayudarnos; Venga, quédate parado, ¡porque lo que más nos gusta Es cazar seres humanos! Y los trolls vinieron y me atraparon, Me ataron sin piedad, Y entre risas me lanzaron A un caldero hirviendo ya. Esta noche lo vamos a gozar, Tenemos comida para reventar. Coge tu jarra y bebe hasta el final, Pues la fiesta acaba de comenzar. Cuando comenzaba a hervir Y a sudar, y a sufrir, Pronto y sin saber por qué De golpe me desperté. Todo había sido un sueño Irreal, como un espejo. Había bebido mucho Y no existía troll alguno. Al final dejamos que aquel humano Escapara vivo de allí; Era tal su delgadez Que poco de él se iba a comer. Le hicimos creer que en realidad Todo había sido un sueño fatal, Pero vigilad, porque los trolls