Me abruma el conocimiento y su insondable inmensidad Cuanto más sé más consciente me vuelvo de mi ignorancia Creo que no hay mayor engaño que perseguir la verdad Ni mayor necedad que no concederle a esta importancia Y aunque habitualmente habite una sentencia testaruda Antes que morir sabiendo, que me entierren con la duda Tal vez un día mi ego expire, y clame al silencio ayuda Arrepentido de no haber vivido con la boca muda Y aunque aunase en mí todo el conocimiento de la esfera Seguiría siendo un paleto ignorante de lo que hay fuera Y sin embargo, mi consciencia inconsciente se desespera Buscando nuevas respuestas para que la cuestión muera Si conocer al detalle la terrícola cultura Es prender una cerilla en esta infinidad oscura... Tan ridícula es esta ansia, que me lleva a la locura Y tan constante es esta intrigante voz que me murmura Y si imagino un supuesto regido por lo imposible En el cual todo el universo me fuese cognoscible ¿De qué sirve encariñarse del saber de lo extinguible? ¿Por qué es el todo tan frío y mi conciencia tan sensible? Sumergido en el estudio me siento un vano testigo Sé que el tiempo me persigue en cada meta que persigo Pues sé que el mundo que concibo morirá conmigo Y siento un frío extraño para el que no existe abrigo Tan precario es todo aquello que colecciona la historia Que no es más que otra frágil y colectiva memoria Sin dejar de estar expuesta a su posible destrucción Es más, a su inminente, dicho sea con corrección Y así como perecerán conmigo mis recuerdos Y soy consciente de la efimeridad que me mece Cuando la muerte de los demás se ponga de acuerdo No quedará vestigio alguno de lo que acontece Si incluso las galaxias se despedirán un día Y el universo no será más que una masa fría Cuando la muerte térmica extermine a la materia Y el cosmos ceda a la supremacía de la entropía Y sabiendo que el tiempo que nos queda es la moneda Con la que el vivo alquila cada segundo de vida Sin tener consciencia de su patrimonio tan siquiera Confiando en un contrato que no sabe cuándo expira Gasto en aprender mi riqueza desconocida Sabiendo que el saber es una sed que no termina Una meta que siempre se aleja, y en mayor medida Para aquél que corre rápido que para el que camina Y sin embargo, agradezco esta ambiciosa muerte lenta Las veces que me doy cuenta de cuantísimo me renta (Pese a ser oriundo de este mundo en el que se aparenta) Cultivar lo interno donde lo superficial alienta Cuando las horas de estudio se traducen en ventaja Tengo claro de quién es mi mente y para quién trabaja Mi inteligencia nunca va a entrar dentro de una caja Quienes quieran limitar la suya vistan su mortaja Cuando atisbo una trampa previamente conocida Merced de una sapiencia construida Evito sufrimientos que el desconocimiento me haría aparecer Y este proceder es dicha, pues se opone a el displacer Si pudiera volver a nacer Creo que nada más haría, pues todo me tendería a deshacer Ya que soy quien soy por lo que he sido Y con malas urdiduras y con buenas he cosido mi tejido Si pudiera ir al pasado y ver a mi Yo menos viejo Sé que poco me valdría la visita y el consejo Porque hay cosas que sé que en su momento no entendería Y paisajes que se ven a cierto tramo de la vía Y con vértigo solo puedo decir: "¿Quién lo diría?" Pues me llevo la contraria mínimo una vez al día Y solo sé que el Hoy contradecirá mi Ayer Lo vuelvo a hacer hoy, y mañana lo volveré a hacer Y no es por veleidad, sino por evolucionismo Porque, ¿cómo progresando iba a pensar siempre lo mismo? Llegaría a los 50 y seguiría siendo un niño Pero tengo 24 y... me guardo un egocentrismo Si no fuera por este inusitado proceder Jamás me habría curado, eso lo puedo prometer Por eso no he perdido los estribos cuando digo Que gracias al conocimiento me mantengo vivo Porque de otra manera existir no tendría cabida Donde el suicidio parecía ser la única salida Estudio y reflexión forjaron la contrapartida Es por eso que al conocimiento le debo la vida Podría vivir sin cuestionamiento, pero me niego Siendo la oveja negra de este redil de borregos Se me hace más pequeño el mundo cuanto más despego Pero solo soy un hombre dialogando con su ego Y sé que por años mantuve de forma incorrecta La creencia en la existencia de una relación directa Entre infelicidad y una inteligencia selecta Quizá por hallarme a medio camino de la recta Pero en lo que a mi concepción actual respecta Considero que dicha sentencia es vaga e imperfecta Que la propia mente constituye la más grande secta Y por cada idea pensada hay más de diez mil que se aceptan Y no temo a errar si dictamino que esto acopia Incluso al librepensamiento y a la idea propia Sabiéndome un hipócrita en este mismo momento Sectario de mí mismo, y de mi razonamiento Pero pese a la antaña asunción de esta relación Siempre tuve una idea clara por lógica deducción Si la inteligencia capacita a la resolución Llevada a cierto punto resolverá toda aflicción Y contradiciendo aquello de lo que fui directriz ¿Cómo un sabio va a ser sabio si no sabe ser feliz? Sé que estoy deconstruyendo aquello que dije hace años Pero hablaba por mi boca la lengua del desengaño Sin embargo, ni desdeño ni empeño aquello que dije La excitación del ahorcado es válida, pero se exige Añadir a esta visión madurada que la corrige Y reserva su utilidad a quienes la vida aflige Ya que en la primera etapa de esta travesía es cierto Que la vida se hace insípida y gobierna el desconcierto Pues la decepción habita donde la ilusión ha muerto Y quien antes vio espejismos ahora contempla el desierto Pero luego, a kilómetros de distancia de aquello Lo que fue un duro proceso se torna un progreso bello Quienes se hallan en la base dudan con mirada extraña Del goce que entraña estar en la cima de la montaña Bien es cierto que el conocimiento al principio no es grato Y por eso el inconsciente hará de su empresa conato Muchos creen ser incapaces, por miedo a ser timoratos Pero aquí cada uno es libre de aferrarse a su relato El inicio es un camino difícil y doloroso Duro, pero fructuoso, recto, pero tortuoso La memoria sabe que hasta el paseo más fatigoso Es momentáneamente feo, pero eternamente hermoso Mi sino vespertino, un ciernes cuando termino Puso fin a mi agonía y fue mi guía en el camino Motor del volitivo que deserta del destino Del que se hace a sí su Dios, y dice adiós a lo divino Y sin vanas pretensiones de decir algo emotivo Digo que no falto a la verdad ni un ápice si escribo Que: si cada día despierto sonriente este es el motivo Y quienes no sean conscientes pueden llamarme obsesivo Estudiar día tras día, cultivando tu intelecto Y aunque todo vaya mal sepas que haces lo correcto Ya que tú eres el motor de tu vida, y no hay descanso Solo deja de pensar, el hombre muerto y el manso