Un gran lucero resplandece en la inmensidad Mi mente perturbada inclina mi cuerpo hacia un camino flamante Llegue al sendero donde el todo y la nada Se besan desnudos uniendo su poder Desvié mi mirada hacia un ángel que caía al amanecer Tenia su corazón lleno de arena En su mirada reflejaba las espinas de la realidad En sus desabridas y huesudas manos Desprendía un par de sogas Al sentarme al lado de su trono por fin comprendí Que su trabajo era acabar la pena De cada ser existente Pero su maldición es saber Que el jamas podrá acabar con su tormento Aquella maligna manifestación En medio de arboles y ritos Me brinda su fuerza y poder y me produce escalofrió Puedo percibir su presencia La noche brilla en sus ojos La oscuridad es el destello de su alma Cruel y rencorosa Terrible y despiadada Aquella maligna manifestación En medio de arboles y ritos Me brinda su fuerza y poder Y me produce escalofrió Puedo percibir su presencia La noche brilla en sus ojos