Mira a quién beneficia y verás al culpable Y las víctimas últimas del negocio infame. ¿Qué prefiere el Estado, a jóvenes armados Luchando en la calle contra dios y contra el amo? ¿O zombies sumisos, espectros urbanos, Que arrastran sus miserias del solar al descampado? No queremos evadirnos ni un minuto de su mundo, Queremos gasolina pa prenderle fuego. Y cuando al cielo suba el humo lo canten los pájaros: No se quema el paripé, los tres kilitos del juzgado Que prende la cólera del desheredado, Amordazado con droga y jarabe de palo Los que se chamuscan son señores trajeados, Sus chalets con sus perros y sus guardas jurados. No queremos evadirnos ni un minuto de su mundo, Queremos gasolina pa prenderle fuego. Que arden como yesca cuarteles y palacios Y los que venden el infierno a los pobres desgraciados. Y que se han ido por fin porque los hemos echado Y que no vuelvan jamás esos cerdos bastardos Y así estar tranquilos, y así estar relajados Para tranquilos al fin poder drogarnos. No queremos evadirnos ni un minuto de su mundo, Queremos gasolina pa prenderle fuego.