De Tacuarembó yo vengo, Pa' Tacuarembó me voy, Solamente de pasada Por Montevideo estoy. Así dijo Joselito Y hace tiempo que está acá, Porque pudo hallar trabajo, Lo que no tenía allá. Y en ese molino loco, Como llaman la ciudad, Sigue pensando en su pueblo, No cambió ni cambiará. Cuando se toma unos vinos Y le da por ser cantor, Repite el mismo estribillo Nostalgioso que escribió: Un bolsito bagayero Colorinche y bien panzón, La guitarra, la matera, Con el radiograbador, Eran todo su equipaje Más pesaba el corazón, Aquel beso de la madre, De su padre el apretón. Hoy transportes, la comida Y esa pieza de pensión Le dividen los dineros De un sueldito charabón. El domingo apronta el mate, Se va pa' la Terminal A ver si hay un conocido Que regresa o que se va; Y a veces le vienen ganas De pegar la vuelta ya Mas se consuela pensando: La licencia llegará. Compraré un par de zapatos Y camisa y pantalón: Soñar no le cuesta nada Mientras canta su canción. En el ómnibus repleto Que lo lleva a trabajar Piensa sólo en la muchacha De aquel baile popular. Vive en el Pereira Fontes Y trabaja en un bazar; De escribirle le dan ganas Pero ¿qué le ofrecerá? No pierde las esperanzas De ir a verla en Navidad; Y tal vez si se le cuadre Tenga la oportunidad. Joselito cuando llega Por las noches del taller Sabe que están las saudades, Que están esperándole. Él les abre la guitarra Y en el cielo de su voz Vuelan rumbo a sus orígenes Allá en Tacuarembó. En la rueda de muchachos Coterráneos cantarán La copla de Joselito Pa' sentirse un poco allá.