Al hombre del mameluco Al que inventó la alegría Al de las manos de fierro Al de la cara blandita Le descubrí su secreto Le vi que lloraban días Vi que sudaba de bueno Y de bueno no comía El hombre del mameluco pide la yerba que alivia La encontrará si la busca, rebelde y recién nacida En la almohada de su hijo, en el tierno medio día En la página olvidada Mi tierra vale mil vidas Son muchas camisas blancas que avanzan por la avenida Llevando un mundo de piedras como cerro que camina Y el cerro quiere crecer, se le suman las camisas Y se le suman las ansias de la América Latina Y de pronto, lo esperado, algo azul trepa la cima Son todos los mamelucos que corren como la brisa Y salen de todas partes y se acaba la mentira Y van o mueren cantando Cada cuantas a su vida Y que se mueran los lobos Los que siempre se decían "El peso lo arregla todo", que se mueran, que se mueran Los que mataban sin culpa Al chico de la camisa, y exprimían al obrero Dejándolo seco en vida Que se mueran (que se muera) Que se mueran (que se muera) Que se mueran (que se muera) Por Dios, que se mueran