Teresa con el pelo liso En el año setenta y tres Incendiando el paraíso Con la huella azul de sus pies Tan bonita y frágil Bailando con extraños. Es difícil que no se haga daño Es un pastel de cumpleaños Invitado a un huracán. Eran días grandes de Teresa Disparando contra el cielo de Madrid Eran días grandes de Teresa Yo estaba cerca y la seguí. Teresa y sus poemas rotos De heridas y oscuridad Ha esperado tanto el desfile Que empieza a desfilar. A los veintiún años Con su vestido blanco Hay un coche para cada chica guapa Y un anillo de hojalata Y una soga por collar. Eran días grandes de Teresa... Teresa haciendo chocolate En el año noventa y dos Para su pequeño niño apache Que está tocando el tambor. Y ahora lo sabes Teresa Como tú siempre dices Lo que quema deja cicatrices. Y ahora sentada en la ventana Leyendo cartas de tu hermana Puedes esperar sin prisa Que deje de llover. Eran días grandes de Teresa...