Por esta tierra pasó, El pedernal y la miel pasó El oro, el jade pasó, pero nada se quedó Solo quedó el duradero, residuo de la lengua Miskitos, sumos y ramas que junto al criollo se quedó Donde no hubo ciudades, ni templos ceremoniales quedó Solamente se quedó la yuca y el pijebaye quedó Entre blasfemias y rezos del ingles y del español Un país distinto al mio nació en mi propio corazón. Un gigante que despierta en la costa, Un gigante que ya nada detiene, Un gigante que despieta en la costa, Un gigante que ya nada detiene.