Un rumor sibilino te perfora con frialdad.
Aterido por la angustia, te va a paralizar.
La apatía que en su día prometía no ir a más.
Ahora te ha hecho esclavo, toca reaccionar.
Las preguntas sin respuesta,
Los mañanas que afrontar,
Hoy te zambullen en un pozo sin fondo.
Donde los problemas te impiden ya nadar,
A contra corriente y pensar.
No hay un atisbo de luz,
Mi vida es pura inquietud.
Una partida a jugar cara o cruz.
Es un ¿a ver qué he hecho yo?
Un ahora sí y luego no,
Sentir que el mundo es de otro color.
No no no, hoy es el día de poner voz a los sin voz,
De romper lo establecido.
Revolver los escombros que enterraron el ayer,
Reconstruir nuevos caminos.
Se acabó, es el momento de intentar tocar el sol,
Dar un salto hacia el vacío.
Despegar de un impulso, abrir las alas y a volar,
El levantar de los caídos.
De repente ya nadie comprende,
Tu realidad se ha teñido de gris,
Y aunque sientes que todo es injusto,
Las puertas se tienen que abrir.
Siempre al son, con tesón,
Dar un giro al guión,
Sujetar con firmeza el timón.
Emerger, renacer, levantarse tras caer,
Que la piedra nos haga aprender.
Vámonos, más carbón a la caldera,
Que se avive la llama feroz,
Que se caigan las barreras
Que el miedo construyó.
No no no, hoy es el día de poner voz a los sin voz,
De romper lo establecido.
Revolver los escombros que enterraron el ayer,
Reconstruir nuevos caminos.
Se acabó, es el momento de intentar tocar el sol,
Dar un salto hacia el vacío.
Despegar de un impulso, abrir las alas y a volar,
El levantar de los caídos.