Aquel bendito chaparrón Que acabó con el verano Alas le puso al corazón Y en mis manos un regalo; Y, sin mediar palabra, tú, Queriendo sentir mi peso, Me entregabas un alud De humedades y de besos. Y rodaba por las dunas Con un ser de las alturas: La pasión bajo el plumaje Cuando se desnuda un ángel. Hay sitio en casa, quédate Tú sin irte por las ramas, Te hiciste hueco para un mes Que vivimos en la cama. De tanto perder el tren Y entre tanta despedida Llegó el desorden al Edén: Esa gloria no era vida. Y tomaste tu camino, Yo la senda de un mal vino: Un dolor duro y salvaje Cuando te abandona un ángel. Tus besos son mi religión, En la playa de poniente Vuelvo a cantarte tu canción Con las nubes de septiembre. Un rayo en el corazón Y en mis venas un naufragio Si un bendito chaparrón Se convierte en el presagio. De tus pasos en la arena La nostalgia me envenena: Un dolor duro y salvaje Cuando no regresa un ángel. Yo rodaba por las dunas Con un ser de las alturas: La pasión bajo el plumaje Cuando se desnuda un ángel.