Entre el suburbio y la ciudad, La uniforme inmensidad. Una idéntica matriz, el molde a multiplicar. Arrancando pétalos de la peor pesadilla: Las historias sin cicatrizar. Nada sucede al azar. Aún en el mismo lugar, el cielo Nunca es igual, y no vemos mucho más allá. No hay una trama excepcional, De esas que te hacen llorar, Ni monólogo interior cuando todo sale mal. La luz del televisor Y el rumor de las horas, La rueda imposible de evitar. Nada sucede al azar. Aún en el mismo lugar, el cielo nunca es igual, Y no vemos mucho más allá. Las manchas en la pared, Las dudas sin resolver, El vaso a medio llenar, Y el veneno que desborda la misma postal. Todo está en su sitio, Y los días últimamente pasan a toda velocidad. Nada sucede al azar. Aún en el mismo lugar, el cielo Nunca es igual, y no vemos mucho más allá. Las manchas en la pared, Las dudas sin resolver, El vaso a medio llenar, Y el veneno que desborda la misma postal. La única postal. La única oportunida