Con la sal de Macuto se limpia tu frente Revive la aurora Ofrendé mi plegaria de torpe creyente Sabiendo que llora Entre luz de domingo resuena la cumbre La cumbre resuena Una luna desnuda bendice tu lumbre Lavando su pena En mi cruz se refugia la nube perdida Perfume distante El compás de los cerros te mira dormida Neblina diamante Cada vez que el palmar con tu nombre tropieza Estoy de testigo Un pregón de neón en el monte se reza Me quedo contigo