La armonía salvaje de la rutina Las farolas de la autopista en su soledad Con su encanto fatal Ver la bolsa subir, ver la bolsa bajar Todos diferentes e igual de perdidos Confundir pereza con nihilismo Se hace habitual, es lo más natural Ni está bien, ni está mal, una cosa normal Y aunque muchas veces Mejor es no decir nada Hay quién tiene orejas Sólo para las gafas Y así cada día al despertarme pienso Que debo dejar de perder más el tiempo Pero no sé ni por donde empezar Todo es tan mejorable, indolente y trivial Echo en falta siempre un libro de instrucciones Desde que aprendí a ponerme pantalones Y sigo igual dando tumbos detrás Del concepto central de una vida ideal Miedo a no poder cumplir los compromisos A que lleguen los niños y un piso Que reformar, el destino final La razón de existir del hombre occidental Harto de correr y llegar siempre tarde Producir, consumir, que no pare El acto sexual con el gran capital Encontrarnos, probar una droga social Discos de los Beatles o libros de Murakami Fútbol de segunda b o películas de nazis Pizzas congeladas o bocatas de salami Y así cada día al despertarme pienso Que debo dejar de perder más el tiempo Pero no sé ni por donde empezar Todo es tan mejorable, indolente y trivial Echo en falta siempre un libro de instrucciones Desde que aprendí a ponerme pantalones Y sigo igual dando tumbos detrás Del concepto central de una vida ideal sin ti