Yo no quiero depender de que me quiera nadie, Pero es tan hermoso alguna vez que me ha ocurrido Que cuando todo ha acabado, después No me hubiera importado volver. Que es mejor sentir despecho, celos o melancolía Que esta especie de vacío más oscuro cada día, En donde igual que anochece se van Apagando mis frágiles ganas de huir del abismo. Y me asomo a la calle y veo llover Y en el fondo, la luz del polígono Se estará reflejando en los charcos Del suelo anodino. No tengo llamadas ni mensajes. La vida está muerta. Miro cosas por la tele que en verdad ni me interesan Idealizando un pasado que no Fue mejor, pero donde albergaba Alguna esperanza. Tengo que procurar no seguir más así Y olvidarme de cómo me siento. Es inútil para los demás. Para mí es un infierno. Y si al menos percibo que has sido feliz, Aunque sea un minuto, a mi lado, Todo lo que pasé, en realidad, queda justificado.