En as faixas do castiello Cuan o crabero chilaba A luna en os tuyos uellos Yo no quiero ya mas nada. La niña tiene un amigo Que le enseña a hallar las fuentes Y ella le muestra rincones Oscuros, donde él se pierde. Los dos amantes nunca se acercan él es tan grande y ella es tan tierna. Los dos amantes nunca se juntan él es el sol y ella es la luna. Una corona de reina Te ha regalado el verano Y se llevó la de flores Que Mayo te había dado. Roja la boca, amargo el cuero Dulces los besos, negros los dedos. Se hinchó su vientre suave y lloraba El corazón roto de la mingrana. Tienen tus piernas desnudas Olor a menta y a junco Saben a pan de centeno Y entre las dos crece el musgo. Se hace tu cuerpo giro y cadencia Fluye la vida, gime la piedra Yo me alimento con tu rugido Rueda la rueda en el molino. Una muchacha delgada Muerde en la nuca a otra dama Se alborotan los presentes Sucede de madrugada. Pieles y plumas para esta danza Late la sangre por las gargantas. De estos encuentros muchos quisiera Tener previstos la paniquesa. Entre tu cuello y tu pelo Ha hecho el nido una avecica Se quita el hambre en tus pechos Y la sed con tu saliva. La cardelina todas las noches Vuelve hasta el nido canta y se esconde. Duerme contigo la cardelina Son mis dos labios que te vigilan. Juegan Lardana y Cotiella A disfrazarse de novias Montañesa y Cancias van De verde y ocre a la boda. En el silencio frío del alba Bellas señoras enamoradas Abren sus brazos, tienden sus faldas Invitadoras son mis montañas.