Y el Señor dijo a Abraham: Abandona tu tierra natal Y la casa de tu padre y ve al país que yo te indicaré Haré de ti una gran nación, te bendeciré Y por ti, se bendecirán todos lo pueblos de la tierra El Señor, dijo a Abraham Esa bella y sabia órden Fue la que convenció a mi corazón a decidir que el mundo fuese mi casa El mismo mundo que puso al alcance de mi espíritu La canción que me refleja como ningún espejo Soy un caminante de sales y maderas Enamorado del polvo de los caminos Construyo mi casa día a día y vuelvo a destruirla Cuando el sol me propone otros desvelos Solo y sin querer ser nadie Amparado y crecido por mi mente En busca de las luces misteriosas Donde los pasos son lentos y eternos Y alguien sabe todo, para decidir todo Trajino la nieve, las lluvias y los mares Y conozco el delirio de las plantas De las que aprendo los cantos para ti Al detenerme nada más que lo que durén esos versos Y la hoguera que el amor provoque Soy un caminante, una espiga más, bruto en movimiento Inquieto paísaje que vino a derribar los muros Que por temor levanto el cobarde Peregrino que predica lo mejor del Señor, es decir todo La luz me muestra de espíritu entero Y el árbol y las aves me repiten Camino los desiertos mi esperanza y mi piel es el código del tiempo La poesía es mi algébra y mi cábala Como le sucede a las estrellas Porque yo también soy un astro Y lo sabe el que me ve, desde muy afuera Y desde muy adentro La muerte me acompaña paso a paso Para tomarme al fin Y recrear la vida Entonces camino hacia la nada Soy un caminante que por irse siempre Siempre regresa porque todo es circular Y eso el sol lo sabe como nadie El cielo y las serpientes son mi conciencia Que es un sueño que en la vigilia, libera a mis huesos Aquí he llegado a esperar que estallen las flores y los peces al lado tuyo Mujer que me esperabas Sin que tú o yo lo supieramos Me gustas tú que y el mundo te acompaña La primavera y los pastores de España La libertad y aquel invierno de Holanda Entre Van Gogh y Apollinaire Me gusta el mar y el fuego que te delata Alejandría y los antiguos piratas El nacimiento permanente en Manhattan Y el desenfado de los blues No soy de aquí, ni soy de allá No tengo edad, ni porvenir Y ser feliz es mi color de identidad No soy de aquí, ni soy de allá No tengo edad, ni porvenir Y ser feliz es mi color de identidad Me gusta el sol sobre la piazza San Marcos Y la manera de esperar del Tarasco El viejo brujo armando el nuevo cigarro Y las mujeres de Aviñon No soy de aquí, ni soy de allá No tengo edad, ni porvenir Y ser feliz es mi color de identidad No soy de aquí, ni soy de allá No tengo edad, ni porvenir Y ser feliz es mi color de identidad