Me levanto temprano, moribundo Perezoso resucito, bienvenido al mundo Con noticias asesinas me tomo el desayuno Camino del trabajo, en el metro Aburrido vigilo las caras de los viajeros Compañeros en la rutina y en los bostezos Y en el asiento de enfrente Un rostro de repente Claro ilumina el vagón Esos gestos traen recuerdos De otros paisajes, otros tiempos En los que una suerte mejor me conoció No me atrevo a decir nada, no estoy seguro Aunque esos ojos, sin duda, son los suyos Más cargados de nostalgia, quizás más oscuros Pero creo que eres tú y estás casi igual Tan hermosa como entonces, quizás más Sigues pareciendo la niña más triste de la ciudad ¿Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores? Del interrogante en tu mirada La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres Jóvenes promesas, no, no teníamos nada Dejando en los portales los ecos de tus susurros Buscando cualquier rincón sin luz Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro Y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú En las noches vacías en que regreso Solo y malherido, todavía me arrepiento De haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo A ahora que te encuentro, veo que aún arde La llama que encendiste Nunca, nunca es tarde Para nacer de nuevo, para amarte Debo decirte algo antes de que te bajes De este sucio vagón y quede muerto Mirarte a los ojos, y tal vez recordarte Que antes de rendirnos fuimos eternos Me levanto decidido y me acerco a ti Y algo en mi pecho se tensa, se rompe ♪ ¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿Te acuerdas de mí? ♪ Y una sonrisa tímida responde ♪ Perdone, pero creo que se ha equivocado Disculpe, señorita, me recuerda tanto A una mujer que conocí hace ya algunos años Más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento Aburrido vigilo las caras de los viajeros Compañeros en la rutina y en los bostezos