Si hay un millón de millones de botones que pulsar, Entre un millón de millones nos tendremos que encontrar... No tendrás que decidir, Está decidido ya. Si no hay manuales de instrucciones solo nos queda esperar, Que esos dorados saxofones nunca dejen de brillar. Y ahora que, la ciudad oye nuestros corazones palpitar, Dueño serás de un huracán, nos volveremos a encontrar. Si hay un millón de millones de botones que pulsar, Entre un millón de millones nos tendremos que encontrar... No tendrás por qué elegir, Estará elegido ya. Y ahora que, la ciudad oye nuestros corazones palpitar, Dueño será de un huracán, nos volveremos a encontrar. Si hay un millón de millones, dispara los corazones, Y partelos por la mitad. Entre un millón de millones, Nos volveremos a encontrar. Entre un millón de millones, Nos volveremos a encontrar...