Yo que siempre de los hombres me burlé, Yo que siempre de los novios me reí, Yo que nunca sus lisonjas escuché, Hoy en busca de un amante vengo aquí. Quiero ver si me ha olvidao el muy bribón, Quiero ver si su palabra cumple fiel Y si guarda en su amoroso corazón El amor que guarda el mío para él. ¡Ay de mí, ay de mí! Si acabaré llorando, yo que siempre reí. ¡Ay de mí, ay de mí! Si acabaré llorando, yo que siempre reí. Ah ah ah ah ah En mi pecho del amor jamás sentí El inquieto y angustioso palpitar Mas si incauta entre sus redes me prendí, ¿Qué he de hacer si no lo puedo remediar? No está bien que con engaño y sin rubor Atrevida busque al novio en el cuartel Pero es tanto mi cariño a ese pastor Que al infierno si es preciso iré por él. ¡Ay de mí, ay de mí! Si acabaré llorando, yo que siempre reí. ¡Ay de mí, ay de mí! Si acabaré llorando, yo que siempre reí. ¡Ay de mí, ay de mí! ¡Aaaaaay de mí! ¡Aaaaaay de mí! Si acabaré llorando, yo que siempre reí. Si acabaré llorando, yo que siempre reí. ¡Ay de mí!