Soy el producto de un Dios, Un tanto errático, a veces diabólico. Te invito a cargar el peso de esta cruz. Como el cansancio atroz, siempre sintomático. Resulta irónico saber que es de día Y no poder ver la luz. Me debo al sueño de una razón, Capaz de cometer traición. A fin de liberar a mis demonios Lo que más odio de mí... Soy el retrato robot de un caso crónico, Skizoofrénico por obra y por gracia De lo que eres tú. Como el pobre impostor, que se siente maldito, Furtivo y nostálgico, perdido en la inmensidad Del cielo azul. Me debo al sueño de una razón, Capaz de cometer traición. A fin de liberar a mis demonios... Ajeno a un impulso sin control, Capaz de revelar que yo, En tu embriaguez es donde estoy Más sobrio... Lo que más odio de ti... Lo que más odio de ti... Lo que más odio de ti... Me debo al sueño de una razón, Capaz de cometer traición. A fin de liberar a mis demonios... Ajeno a un impulso sin control, Capaz de revelar que yo, En tu embriaguez es donde estoy Más sobrio... Mucho más sobrio por ti... Mucho más sobrio por ti... Mucho más sobrio por ti...