Son las seis, te levantas otra vez Y el café ya te sabe a hiel. No pensar, no querer mirar atrás Es mejor para soportar. ¿Y qué hacer cuando vuelves a las diez? No hay valor para complacer, Sabes bien que mañana es otra vez La ocasión para no ceder. Tu sueño dejaste atrás Y el barro te atrapa cada vez más. Muerdes la manzana, ya eres presa del Edén, Sigues la madeja ¡que te den! Vives para otro, no eres dueño de tu ser. Si perdiste el rumbo ¡Que te den! Cada vez se hace más dura tu piel, Cada vez tienes menos fe, Sin querer envejeces y lo ves. Sin pensar lo que pudiste ser. Tus hijos no ves crecer, Esclavos vacíos sin comprender. Muerdes la manzana, ya eres presa del Edén, Sigues la madeja ¡que te den! Muerdes la manzana, ya eres presa del Edén, Sigues la madeja ¡que te den! Vives para otro, no eres dueño de tu ser. Si perdiste el rumbo ¡Que te den! Y ¡que te den! Y ¡que te den!