Que tu luna venga a mi noche Para que se fuguen las estrellas Y que desde esa oscuridad Nos alumbre hasta la médula Que el fuego enraizado Lance al cielo todas nuestras penas Y que no haya nadie alrededor Para vernos arder No te me vayas ahora que No reposa el cielo que dejaste ayer No te me vayas sin darme aquel Brillo de tus ojos que me enseñe a ver Que el océano murmure en tu sangre Mientras duermes en su abrazo Y que no sea un escondite Sino el espacio abierto que cabe en ti Hay una curva entre los dos Que sueña en volverse angosta Porque aún no dejan de llover Todas las flores que has dejado en mí No te me vayas ahora que No reposa el cielo que dejaste ayer No te me vayas sin darme aquel Brillo de tus ojos que me enseñe a ver No te me vayas ahora que No reposa el cielo que dejaste ayer No te me vayas sin darme aquel Brillo de tus ojos que me enseñe a ver Con un tacto de una pluma tuya Cabe despertar toda la ternura Y el vacío de tu exaltación Puede disolver ésta guerra mía Con un tacto de una pluma tuya Cabe despertar toda la ternura Y el vacío de tu exaltación Puede disolver ésta guerra mía Con un tacto de una pluma tuya Cabe despertar toda la ternura Y el vacío de tu exaltación Puede disolver ésta guerra mía