Piedra sobre piedra. Soy el mártir: lo que ves. Rojo sol, y sed para los dos. No quise dejar tus sueños en la inmensidad. Tus manos clavando metales al cielo. Puedo respirar agua de tormenta. Ella va a estar bien sin su corazón, ella está en mi piel. Solo en esta lluvia, un instante de razón. Nada más que lágrimas de sal. Revelar secretos, provocar tu diversión. Pasillos y puertas cerradas al cielo. Puedo respirar agua de tormenta. Ella va a estar bien sin su corazón, ella está en mi piel.