Y ojalá no acabara nunca deseaba Y ojalá haya tiempo para los dos Pudiera largarse hasta que llegue el día Que no vuelva a perder. Toda mi rabia dulce entrometida Lleva el deseo de querer salir. Y hablándome a los ojos Hace que repita Que me quiera por mí. Siento mi dignidad como un mal beso Sentado sobre la sombra de mi sofá Con el aspecto de quien pide un milagro Que me quiera robar. Cuántas noches escribí al vapor de mi ventana Enviándole mensajes a la madrugada Hasta enrar en calor al amanecer. Y ojalá que tu piel me borre la memoria Y yo nazca de nuevo o muera de una vez Para cambiar por otros mis sueños gastados Y quemar el ayer. Cuántas noches escribí al vapor de mi ventana Enviándole mensajes a la madrugada Hasta enrar en calor al amanecer.