Ya no quedan lunas Solo reflejos en este mar Ya no queda miedo Ni esperanza que celebrar Como un hálito de tierna escarcha El silencio que viene después Entre las piedras mudas La noche comienza a crecer Saben tus besos Como un puñado de sal De tacto frío El de una fosa abisal Abisal Abisal Abisal Abisal Liberaré tus manos De una arco de oro y metal Entra tu odio vespertino Y tu fuego, tu fuego, tu fuego Saben tus besos Como un puñado de sal De tacto frío El de una fosa abisal Abisal Abisal Abisal Abisal