En este instante de confusión, bajo la niebla del corazón, no creer en nada requiere fe, efervescencia sin redención. Luego me canso de ser quien soy, luego no entiendo hacia donde voy, me desdibujo como un recuerdo de ese lejano día que es hoy. Es complicado, muy complicado, pregúntale al diablo. EL DIABLO ES EL EGO DE DIOS. Te escribo cartas sobre la arena, a cada ola vuelvo a empezar, lo que se borra también se queda, lo que se queda también se va. Las cosas cambian en un segundo y la verdad se nos muestra incierta, todos los días da vuelta el mundo, todos los días hay una puerta. Es complicado, muy complicado, pregúntale al diablo. EL DIABLO ES EL EGO DE DIOS.