Hoy me desperté bien temprano, me hice un tecito con yuyos y miel Me acosté junto a ese romero a mirar el cielo desde mi balcón Me acordé de esos amores, que tanta alegría me hicieron sentir Son las arrugas del abuelo, siempre traen algo para compartir Lo veo caminando lento, sonriendo y deseando que viva un montón Horas de silencio y de calma, tallando y lijando madera en Morón Cuesta imaginar que esas manos pasaron por tantos dolores, y al fin Después de la guerra y el hambre llegaron cansadas a este país Hay ausencias que siguen vibrando Laten siempre en la historia Las arrugas, los pliegues del tiempo Dicen que hay lugar para llegar Hay ausencias que siguen vibrando Laten siempre en las cosas. Las arrugas, los pliegues del tiempo Dicen que hay lugar para llegar Vos que estás mirando la tele y gritás ¡que se vayan para su país! Te conmueve el chico de Siria que ahogan ideas que vos repetís ¡Cómo te molesta si es boliviano, peruano, chileno o iraní! ¡Y ni hablar si vende relojes y joyas en Once, o habla guaraní! Vienen a estudiar todo gratis, y encima se atienden en el hospital Eso lo pago con mi plata, frente a las pantallas así te quejás Y no te preocupa que la policía asesine a los pibes del barrio Ni que hayan firmado un acuerdo del hambre con el Fondo Monetario Hay ausencias que siguen vibrando Laten siempre en la historia Las arrugas, los pliegues del tiempo Dicen que hay lugar para llegar Hay ausencias que siguen vibrando Laten siempre en las cosas Las arrugas, los pliegues del tiempo Dicen que hay lugar para llegar