El trato con la muerte estaba escrito Y yo era una niña que cada mañana Pedía al espejo que paralizara su propia vejez. Rogué otra moratoria a lo finito y supliqué: Para los amantes nunca es demasiado, ¡páralo! Para los que saltarán al otro lado, ¡páralo, páralo! Para los que aguantan bajo marquesinas Y del diluvio salen voces que gritan: ¡qué lluvia más fina! ♪ Cerré mis ojos precisamente Para no ver cuando llega La noche de la ceguera. Y cuando arden mis yemas Parece que rozan lo que un día toqué Yo cuido el fósil de mis memorias, De mis memorias que nunca piso, La huella triste y recordatoria De que habitáis un lugar preciso. ♪ El pacto sigue firme Y van derribándose algunos pilares, Con cada caída retiembla la sede de los inmortales. Nadie quiere ser el que confirme y ahí en pie Empieza el duelo entre los candidatos, ¡en pie! Algunos viven de otro asesinato, ¡en pie, en pie! Y yo, que llevo los pies al desnudo, Dejé en la cola los zapatos No sea que tropiece en sus nudos. ♪ Mientras resista, no iré primera Al ocaso de la vista, La noche de la ceguera. Y si las olas me llevan Espero que guardes mi rastro en la arena. Yo cuido el fósil de mis memorias, De mis memorias que nunca piso, La huella triste y recordatoria De que habitáis un lugar preciso. Yo cuido el fósil de mis memorias, De mis memorias que nunca piso, La huella triste y recordatoria De que habitáis un lugar preciso.