Alma mía, no hay nada que valga Lo mismo que el cielo y el mar Jamás pienses que el tener realza Pues sos lo mismo que el de allá Alma mía, no digas que es alta La sierra que vas a escalar Jamás pienses que el creerlo basta Debes ponerte a caminar Siento que está batiendo el océano en mi interior Si de tus labios viene un viento Que emociona al corazón Vos me besas en el pecho Y sacudes mi nación En tu campo me acuesto Vos me siembras Fruto soy Sobra decir que mis tempestades y huracanes Llevan tu nombre Y en la dicha de llevarte de estandarte Te pondré en la cima De montañas indomables Como talismán, cuelgas de mi cuello Vos guías, soy un perro Que hace eco a tu andar Vuelves a mirar Si te acercas quizá muerdo Cuántas ganas que me muero De nombrarte al aullar En tu templo me voy a hincar Y con tu alma voy a entablar Una larga conversación En la que no haya ninguna voz Cada hueso voy a ofrendarte Como polen a un picaflor Luna, observa mi inmensidad De mil colores se torna mi faz Grande el miedo Y grande el sol ¿Cuál eclipsa y cuál se apagó?