Se alboroza la sabana, Después de tanto silencio, Por que las puertas del alma Se me abrieron en el pecho. Al empuje formidable De los arietes del tiempo Dejando salir caudales De aquello que llaman verso. (bis) Si no le llueve a las pampas Se marchitan los cerezos, Pero igualito le pasa A aquel corazón travieso. Se arruga y se pone amargo Cuando un amor no es completo Quedando solo en el llano Las hojas de un árbol seco. Solo prospera el abrojo Cuando el verano es intenso, Y si el poeta no escribe No es por falta de talento, Será que las llamaradas De unos amores violentos Le van quemando la musa A purito fuego lento. Laberintos de caminos Tiene labrados su ancestro Unos lo llevan a Apure Otros Casanare adentro Se pierde en la soledad De aquellos llanos inmensos Tratando de conseguir Los vestigios de su afecto (bis) Laborioso con la pluma, Le manda un mensaje al viento Donde le dice que pronto Dos corazones sedientos Se encontrarán nuevamente Cuando al verano reseco Lo apacigüe un chaparrón De amores y sentimientos Así el invierno sorprende Al poeta soñoliento Cargando con sus pesares Solitario en su aposento Y el frescor de la sabana Dice a limpiarlo por dentro Entregándole de nuevo La musa a su pensamiento.