Por el sendero de mi campo al campo tuyo De día y de noche, voy persiguiendo tu huella De día, con el sol radiante, de noche, con las estrellas En el afán de encontrarte, mi primorosa doncella Por el sendero de mi campo al campo tuyo De día y de noche, voy persiguiendo tu huella De día, con el sol radiante, de noche, con las estrellas En el afán de encontrarte, mi primorosa doncella Te buscaré con la noche bien oscura Por el monte y su espesura Y al salir la luna llena Y en el sabor de un guayoyo cumanés Rompe caña y consigues donde se humillan las penas Y me sentirás en la brisa cuando pasa Merodeando por tu casa Despertando las cayenas Y en mi castaño, fustigando el temporal Hurgando en el agua sal tus mielitas de colmena Y en el dulzor de una piña mayonés Mujer, cundinamarqués Hermosa flor de azucena ♪ Por el sendero de mi triste pesadilla En una orilla del pozo de los encantos Soñé que me querías mucho Soñé que me amabas tanto Y que era el dueño absoluto De tu amor, cariño santo Por el sendero de mi triste pesadilla En una orilla del pozo de los encantos Soñé que me querías mucho Soñé que me amabas tanto Y que era el dueño absoluto De tu amor, cariño santo Y aconteció que de pronto desperté Te busqué y no te encontré Pa' meterme entre tus brazos Blanca paloma la del vuelo pertinaz De la guerra y de la paz, la que me dio el gran flechazo Irónicamente, se me dio, fue por cantar En lugar de protestar Por tu amor frívolo y falso Aunque en verdad yo no creo que seas capaz De dejarme así nomás, desnudo, hambriento y descalzo Si no me entiendes, mi vida sentenciarás Y muy pronto mirarás A un hombre vuelto pedazos