Siento que te estoy perdiendo, Y es por culpa de los dos. Tú por ser mujer celosa, Yo por necio en el amor. Tú me pides que te olvide, Que me aparte ya de ti, Porque sabes que te quiero, Y soy contigo, muy feliz. Pero qué puede la mente? Donde manda el corazón. Ella dice ten cuidado, Él me ordena darte amor. Sé muy bien que hasta la muerte, Seré tuyo porque así, Lo dispongo yo y mi suerte, Voy contigo a compartir. Cuando se ama como te amo, No es tan fácil olvidar, De verdad yo sí te amo, Como antes alguien más, No tan sólo con caricias, Te entregaré el corazón, Yo estaré siempre contigo, Me lo manda, el corazón. Yo no acepto compararte, Ni tengo porqué escoger. Yo te quiero, porque quiero, Hecer de ti mi mujer. Si lo juzgas conveniente, Me declaro perdedor. Pero que quede bien claro, No soy yo, quien dice adiós.